Riofrío de Riaza, el pueblo más alto de la provincia de Segovia, se encuentra situado a los pies de la Sierra de Ayllón junto al río Riaza, que nace a los pies del puerto o collado de la Quesera, por el que discurre la carretera de montaña que une las provincias de Segovia y Guadalajara. Su término municipal es muy montañoso y en su límite con la provincia de Guadalajara se encuentran algunas de las principales cumbres de la sierra como el Cerro del Aventadero, el Parrejón o la Buitrera, todos por encima de los dos mil metros. Fue hasta hace no mucho pueblo de carboneros, y aunque tenía fama por la calidad de sus patatas, hasta el punto en que a sus vecinos se les llama patateros, también contaba con un buen número de tornos en los que se transformaba la madera de las hayas y de los robles en sillas.
En sus orígenes pertenecía a la Tierra de Sepúlveda, pero en la Averiguación de las vecindades de la provincia de Segovia, fechada en 1533, ya aparecía vinculado a la villa de Riaza. El catastro del marqués de la Ensenada recogía la actividad de cinco carpinteros y un siglo después, en el diccionario de Madoz, se recogía expresamente la labor de labrar madera de haya para fabricación de sillas aunque también se producían otras piezas como astiles para herramientas y palos de danzante.
En su término se encuentran los hayedos de La Pedrosa y del arroyo del Avellano. El hayedo o el hayal, como se le llamaba antes, es un bosque relicto, vestigio de lo que fue en épocas pretéritas más frías. La extensión conjunta del robledal y el hayedo que ocupaba la casi totalidad del término en el siglo XVIII, se vio mermada por los incendios y la sobrexplotación humana para la obtención de madera y carbón. Es justo a mediados del XIX cuando el hayedo empezó a despertar interés científico. En 1862 el ingeniero de montes Máximo Laguna y Villanueva, autor de la Memoria de reconocimiento de la sierra de Guadarrama desde el punto de vista de la repoblación de sus montes, se refería a su precario estado de conservación; y en 1889 José Secall e Inda, también ingeniero, situaba el hayedo de Riofrío en el límite meridional de la especie en la península. En 1947 se vio afectado por un incendio, permitiéndose a continuación el carboneo en la zona dañada. En todo caso, el abandono de esta actividad y de las cortas a partir de los años sesenta ha propiciado una cierta recuperación que hizo que en 1974 se declarara Sitio Natural de Interés Nacional y que la Junta de Castilla y León lo incluyera en su red de Espacios Naturales.
La iglesia de San Miguel es un templo de origen románico, reformado en épocas sucesivas hasta ser restaurado recientemente. Consta de una sola nave rematada por cabecera semicircular con la torre adosada a los pies. Se accede a través desde el lado sur a través de una puerta hecha con sillares de piedra gris, protegida por un atrio. Presenta planta de cruz latina, aunque resulta evidente que la cabecera es más antigua y que originalmente la nave fue rectangular. La nave actual es austera y tiene cubierta de madera recientemente renovada.



