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Descripción
Es un templo románico de una sola nave rematado por cabecera semicircular. En las cornisas del ábside y la nave abundan los canecillos y las metopas de este estilo, decorados con un variado repertorio de motivos vegetales, animales y de figuras humanas.
Se accede al edificio a través de una puerta con arco de medio punto de dovelas decoradas con doble bocel, abierta en el muro sur. La cornisa de este muro es de piedra sin decoración, y apoya en canecillos decorados con temas muy variados. Aunque merece la pena pararse en cada uno, hay que destacar el de un personaje barbado con un báculo en la mano y el de un buitre bicéfalo. Este es un tema poco frecuente en el románico de la comarca, que se puede contemplar también en un capitel de la iglesia de Fuentemizarra.
Ya en el interior, el coro de madera se levanta al fondo de la nave. Frente a la puerta principal, en el muro norte, se abre otra que comunica con las dependencias de la Cofradía, adosadas a ese lado. Junto a esta puerta se abría otra, ahora convertida en hornacina donde se han colocado las imágenes de un Calvario de gran interés. Junto al arco triunfal, en el lado del Evangelio (norte), se dispone el púlpito. La nave se cubre con armadura de madera labrada. El arco triunfal es de medio punto y doblado. La dobladura apoya en ábacos decorados con motivos vegetales que generan una imposta, también decorada, en el frente del muro que da a la nave, y lisa, recorriendo la cabecera. El capitel del lado del Evangelio representa dos leones y el de la Epístola dos aves con el cuello entrelazado, tema este que se ha interpretado como una alegoría de la Eucaristía. El arco está pintado como hubo de estarlo toda la cabecera. En un lateral puede leerse: «Pintose esta capilla siendo cura el licenciado Juan de San Juan y mayordomos Miguel de Gadea y Domingo Aran[…]. Año de 169(?)». El tramo recto del presbiterio se cubre con bóveda de medio cañón que parte de la imposta y a la que se le añadió decoración enyesada. Debajo de la imposta se disponen dos arcos ciegos a cada lado, apoyados los encuentros en capitel y columnas. Se conserva el capitel del lado del Evangelio, decorado con cabezas humanas. En uno de estos arcos se abrió la puerta de la sacristía, en la que hay la siguiente inscripción: «Hizose esta obra de limosna año 1722». El ábside se cubre con bóveda de horno, quedando al interior completamente cubierta por el retablo. Al exterior, la cornisa de los dos cuerpos de la cabecera es de piedra, sobre canecillos y metopas decoradas. En el ábside se abre una aspillera enmarcada por arco románico con capiteles decorados, uno con aves de cuello entrelazado y, otro, con cesteado.
El retablo mayor es barroco, dorado y policromado, imitando mármoles. En la calle central se disponen el sagrario y la hornacina lobulada para la imagen del Santo Cristo del Corporario, imagen que, como el Calvario, ha restaurado el profesor sepulvedano Luis Cristóbal.