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Descripción
De su origen románico conserva la portada, pero dos grandes reformas, una posiblemente en el siglo XVI y otra en el siglo XVIII, cambiaron profundamente su aspecto. Consta de una sola nave a la que se añadió una gran cabecera en forma de cruz griega.
Se accede desde el lado sur, a través de un atrio cerrado adosado a la nave que protege la portada de estilo románico. Tiene esta todo el aspecto de estar redispuesta en este punto. Es de dos arquivoltas. La interior apoya en impostas y jambas y se decora con tres boceles en trazado de zigzag. La exterior se decora con rosetas de ocho pétalos con agujeros hechos a trépano. Apoya sobre ábacos decorados en zigzag y capiteles con toscos motivos vegetales.
Una vez dentro, nos sorprende una nave muy corta para el tamaño de la cabecera. Al fondo se levanta el coro, cuya ventana se abrió en 1733. En el lado norte se abre un gran arco formero que da paso a la capilla del Calvario, que ocupa un volumen adosado a la nave. Alberga un retablo barroco con un gran espacio central en el que se disponen las imágenes manieristas de Cristo Crucificado, la Virgen María y san Juan. Al fondo está la pila bautismal. La nave se cubre con cielo raso, aunque conserva los tirantes de la primitiva armadura de madera que podría ser un artesonado ya perdido. En el muro sur, junto al arco triunfal, se abre una hornacina con arco rebajado que conserva un Cristo procesional, aunque hubo de tener uno más grande.
El arco triunfal es de medio punto sobre columnas y capiteles de orden clásico. Las basas se decoran con motivos vegetales. Por su aspecto, este arco y la hornacina anterior han de ser obra del siglo XVI. La cabecera tiene planta de cruz griega y supone una gran ampliación del templo. En el exterior, la cornisa es de ladrillo, idéntica a la de la iglesia de Fresno de Cantespino. Los brazos de la cruz se cubren con bóvedas de lunetos, mientras que sobre el espacio central se levanta una cúpula sobre pechinas, adornadas con pinturas alusivas a los cuatro Evangelistas. Los arcos torales, además de sustentar la cúpula, comunican los distintos espacios. En el brazo sur hay un retablo barroco dedicado a san José con un lienzo que representa a san Pedro. En el brazo norte encontramos otro retablo barroco con la imagen de la Virgen del Rosario en la hornacina. En el presbiterio, al este, se alza el retablo mayor, de estilo barroco y dorado. Sus tres calles se separan con columnas. En la calle central se disponen el sagrario y el expositor giratorio, ambos en baldaquino. Encima se abre la hornacina con la imagen de san Pedro y en el remate una alegoría de la Santísima Trinidad en bajorrelieve de madera policromada. En los lunetos de la bóveda que cubre este espacio aparece la fecha de 1774. Sobre el cierre de la nave se levanta la espadaña, en cuya construcción, fechada en 1704, se emplearon sillares románicos plagados de marcas de cantero.