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Descripción
Es un viejo edificio de dos plantas, construido en piedra y ladrillo. Fue sede del Concejo, institución que regía la vida de la Comunidad, y antigua cárcel. Actualmente es Centro social y sede de la Asociación Conde de Candespina, con una sala dedicada a museo.
La Casa de la Comunidad fue construida en el siglo XVIII, en un momento de esplendor económico, y costó 18.000 reales. Albergaba la sala capitular donde se celebraban las reuniones del Concejo, la cárcel, la escuela y un granero para almacenar las rentas que se cobraban en especie y que eran fiscalizadas por un depositario que era nombrado cada año entre los vecinos de cada uno de los pueblos, en riguroso turno. El Concejo se ocupaba de la organización y financiación de la escuela, de la cárcel y de la defensa de los derechos de los habitantes de su término, pero además contribuía a los gastos de los traslados de la Corte y a la construcción de puentes.
Las Comunidades de Villa y Tierra son instituciones medievales que surgieron para garantizar la repoblación de las zonas próximas a la frontera, mediante la concesión de importantes privilegios a sus habitantes. La Comunidad de Fresno de Cantespino está formada por Aldeanueva del Monte, Barahona de Fresno, Cascajares, Castiltierra, Cincovillas, Gomeznarro, Pajares de Fresno, Rihauelas y Sequera de Fresno, además de la Villa.
En el siglo XI, cuando Alfonso VI confirma los Fueros a Sepúlveda, este territorio pertenecía a la tierra de esa Villa, pero a principios del siglo XIII era ya independiente. Seguramente fue el rey Alfonso VII, nieto del anterior, el que convirtió al Concejo de Fresno de Cantespino en cabeza de su propia Comunidad de Villa y Tierra, en agradecimiento al apoyo que recibió de los fresnenses en su atribulada subida al trono. Los privilegios fueron confirmados por Alfonso X El Sabio, Sancho IV El Bravo, Fernando IV y Juan II, entre otros reyes castellanos. Además de la independencia en la administración de su territorio, los privilegios se extendían al uso y aprovechamiento de las sierras y montes de la tierra de Sepúlveda. Este hecho fue el origen de una larga serie de pleitos con Sepúlveda, y luego también con Riaza, que se originan en el siglo XV y duraron hasta el siglo XX.
Desde que el territorio fue donado a don Alvaro de Luna, condestable de Castilla durante el reinado de Juan II, formó parte del señorío de los marqueses de Villena, a quienes rendían tributos. En el siglo XVII, Fresno consiguió una rebaja de estos impuestos, y con lo ahorrado se fue haciendo con un importante patrimonio. Sin embargo, las desamortizaciones del siglo XIX obligaron a la Comunidad a desprenderse de casi todas sus posesiones.