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Descripción
Es un templo de aspecto austero, construido posiblemente en el siglo XVIII sobre una iglesia románica de la que tan sólo quedaría la portada. Consta de una sola nave rematada con cabecera cuadrangular a la que se añaden dos capillas laterales.
En el muro sur, que se sustenta en grandes contrafuertes, se adosó un cuerpo de dos pisos a modo de atrio, al que se accede a través de una puerta con arco de medio punto. Esta construcción protege la portada, considerada como románica a pesar de la ausencia de decoración escultórica. Las dovelas y las jambas son aboceladas y el trasdós es una moldura de nacela.
Ya en la nave, el coro de madera se levanta a los pies y queda iluminado por una ventana redonda como las que se abren en las capillas. El cuerpo de la iglesia se cubre con una bóveda de lunetos muy achaparrada. Dos arcos fajones sobre pilastras dividen el espacio en tres tramos. Se accede a la cabecera a través de un arco triunfal en el que se yuxtaponen un fajón de la nave con uno de los arcos torales que sustentan la cúpula sobre pechinas que cubre este espacio. El arco toral del lado del Evangelio (norte) comunica el presbiterio con la capilla de la Virgen de la Soledad. Tiene la misma longitud que la cabecera y se cubre con bóveda de lunetos. Aquí se disponen dos retablos barrocos. En el muro norte, el de la Soledad, y en el muro este, uno de tres calles, dorado y policromado, con el Niño Resucitado con un mandil en el que aparecen los símbolos de la Pasión de nuestro Señor. Sobre esta imagen se sitúa otra más pequeña de san José. En las calles laterales encontramos a san Roque y a san Antonio de Padua. La capilla del lado de la Epístola se comunica también a través de uno de los arcos torales y recibe el mismo tratamiento que la otra. En el muro sur tiene un retablo gemelo del de la Soledad, con un Cristo crucificado. En el muro este se alza otro retablo barroco de tres calles con la Virgen del Rosario en la hornacina principal y san Sebastián en el remate. En las peanas de las calles laterales, están las imágenes de san Isidro Labrador y santa Bárbara.
El frente de la cabecera queda enmarcado por otro arco toral de la cúpula y en este espacio de poca profundidad se dispone el retablo mayor, de estilo neoclásico, cuyo remate sujeto por dos ángeles invade el arranque de la cúpula. Tiene mesa de altar con sagrario y expositor giratorio y, sobre este, una hornacina con la imagen de la Inmaculada Concepción. A los lados se alzan dos retablillos, también neoclásicos, con las imágenes de santa Ana y san Antón.