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Descripción
Es un templo de estilo gótico postmedieval, seguramente construido en el siglo XVI. Consta de una sola nave rematada con cabecera cuadrangular que se cubre con bóveda de crucería. El exterior presenta contrafuertes que ascienden hasta la cornisa.
Sobre el muro de cierre de la nave se levanta la espadaña, con campanario de dos arcos y remate triangular con pináculos de bola. En la parte baja se conserva parcialmente un paramento de encintado de ladrillo y piedra similar al de la iglesia de San Miguel de Ayllón. Este tipo de aparejo se pone en relación con la presencia de edificios prerrománicos.
En el lado sur se adosó un pequeño atrio para proteger la entrada y la sacristía. El atrio tiene una puerta con arco de medio punto. Durante las fiestas de San Miguel, adelantadas al primer domingo de septiembre, se le enmarca con una enramada de chopo y flores. Para la construcción de la nave se usó sillería de buena calidad, excepto en su parte final, que como la cabecera, es de mampostería. La portada que da acceso al interior es de estilo clasicista. Consiste en un arco de medio punto doblado sobre jambas y pilastras sobre el que se dispone un frontón con una pequeña hornacina con forma de venera en la que se sitúa la imagen del santo titular, de aspecto popular.
Ya en el interior, el coro de madera se dispone a los pies, y, bajo él, la pila bautismal, decorada en forma de cáliz de flor, aunque no es románica, y rematada con un grueso bocel. Se cubre la nave con bóveda de lunetos dividida en siete tramos por arcos fajones poco resaltados. El último de estos se adosa al arco triunfal apuntado, que da paso a la cabecera. Esta se cubre con bóveda de crucería, cuyas ligaduras forman una cruz adornada con claves en el centro y los extremos. Todas las claves se decoran con rosetas, siendo más grande la central.
El retablo mayor es barroco, dorado y policromado. Ocupa todo el frente del presbiterio, adaptándose a uno de los arcos apuntados que sirven de sustento a la bóveda. Consta de tres calles separadas por estípites y ménsulas. En las hornacinas de las calles laterales aparecen las imágenes de santa Bárbara (Evangelio) y san Roque (Epístola). En la calle central se disponen el sagrario, el expositor, la hornacina con la imagen sedente de san Pedro y, en el remate, un gran lienzo con la escena de su crucifixión. En los laterales de la cabecera se sitúan otros cuatro retablos dedicados a san Miguel Arcángel, la Inmaculada Concepción, san Lucas y santa María Magdalena. Se conserva un Cristo románico de bella factura.